Parte de la definición del diccionario de la "paradoja" es, "Lo que parece absurdo, pero es, o puede ser, de verdad verdad .."
Cuando tenemos miedo de algo, parece que la cosa obvia a hacer sería evitarlo. Por ejemplo, si eres una de esas desafortunadas personas que se sonrojan. Parece que llamar la atención sobre este hecho es la última cosa que querría hacer. En realidad, sin embargo, si usted se siente el rubor, la mejor manera de librarse de esta nueva vergüenza de acción, es decir; ". Oh, Dios mío, estoy sonrojándose de nuevo"
Lo más probable es que nadie va a tomar un poco de conocimiento de usted - o su rubor.
El gran doctor Milton Erickson, a quien conocimos antes, una vez informado a una señora que estaba desesperadamente tratando de perder peso, comer más y hacer menos ejercicio debido a que no creía que pesaba bastante.
Unas semanas más tarde, esta misma señora volvió a él, rogándole que la puso en una dieta y un régimen de ejercicios. Si se hubiera tratado de la respuesta lógica de la primera vez que la dieta y el ejercicio, podría haber intentado, pero ciertamente no han durado. Esto funcionó, porque llevar una vida sana era algo que sentía que no podía hacer. Al decirle que no a llevar una vida sana, ahora se sintió obligado a hacerlo.
Durante una de mis hospitalizaciones, conocí a esta mujer pequeña y dulce que tenía esta compulsión de lavarse las manos. Cuando le tocó nada, se había escapado y lavarse las manos. Al parecer, le dijo a su psiquiatra que ella se lavó las manos por lo menos cincuenta veces al día. Ella me dijo que él no pensaba que esto era suficiente y que debe lavarse las manos por lo menos cien veces.
Ahora, esto era muy poco después de llegar allí y en el evento, yo estuve allí durante seis o siete semanas. Justo antes de que ella fue dada de alta, alrededor de cuatro semanas después de que ella me contó su conversación con el médico, que estaba absolutamente encantado. Ella había vuelto a lavarse las manos como cualquier persona normal, sólo un par de veces al día.
Una vez más, este trabajo porque en vez de intentar tratar una obligación como tal, el médico se convirtió en una tarea.
He leído ya que de una señora que solía despertar en medio de la noche, y la preocupación misma tontería sobre su salud. Nada en particular, a su bienestar general. Su psiquiatra le sugirió que realmente no era lo suficientemente preocupante, y que debe establecer la alarma para las tres de la mañana y otra a las seis, para que ella tendría más tiempo para preocuparse. No pasó mucho tiempo antes de que ella estaba durmiendo toda la noche, y las preocupaciones sobre su salud se había disipado por completo!
Digamos que ha sacudido el cerebro por un problema y simplemente no puede encontrar la respuesta. Trate de tomar una pluma y papel y escribir las soluciones más locas que se pueda imaginar. Muchos de ellos pueden ser tan lejos como para ser totalmente inservible, pero usted puede encontrar uno o dos gemas. El pensamiento lateral. Vale la pena intentarlo.
